04 Mar
04Mar

En una Isla habitaba un hombre quien era nombrado ¨El Mirador Del Este¨ porque era quien se encargaba de dar rumbo concreto y correcto a los barcos que pasaban por el Este , los cuales el guiaba desde su Faro.

Pero este hombre con tan gran responsabilidad tenia un pequeño defecto; La Lujuria puesto que solo daba rumbo correcto a los barcos tipo ¨Crucero¨U otro tipos de barcos que aparentaban llevar a personas de alta sociedad y con mucho dinero, pues este hombre pensaba que si alguno de ellos decidía parar y abastecerse en su isla tendría como recompensa un gran botín.

Un día , siendo ya mas de media noche , había una gran tormenta que golpeaba fuertemente el mar, estando el mirador observando vio que un humilde barco se acerco a su isla, en este abordaban una mujer, su marido y un pequeño bebe. El Mirador percatándose de que era tan solo un pequeño barco, en donde obviamente no habría nada de dinero o riquezas, bajo rápidamente por las escaleras del faro, corrió hacia ellos gritando. —¿Quienes son ustedes intrusos?.

—Somos de Gran Bretaña, Soy Isabel, el es mi esposo Felipe y el es nuestro bebe Carlos, nuestro barco recibió un gran daño y tuvimos que abandonarlo yendo  en este pequeño bote—.

—Ese no es mi problema, lárguense de mi isla lo mas pronto posible —.

—Pero , necesitamos comida y agua para beber—.

—Pues, pueden quedarse en aquella cabaña que esta en el fondo, tomen lo que necesiten pero al amanecer quiero que se vayan de aquí—. 

Estos sin poner pero, hicieron exactamente lo que dijo el Mirador, se marcharon al amanecer, después de este incidente pasaron 20 años, 20 años donde ni un solo barco visito esta isla, 20 años donde el mirador estuvo realmente solo, pero, estando una tarde pensando, que habría pasado si ellos aun estuvieran con el, que seria de el, quizás tendría una familia o al menos algo parecido, Pero de pronto recibió una visita de un gran Barco, un barco de la realeza Británica, liderado por un Joven muy apuesto, quien cuando piso la tierra de la isla grito.

—Soy el Príncipe Carlos, Estoy Aquí Noble Mirador, tu que nos ayudaste aquella noche, vine a devolverte el favor—.

El Mirador viendo esto, bajo hasta la playa de aquella isla y fue a recibirlo, ya sabiendo de quien se trataba dijo —Ya no me interesa el dinero o las riquezas joven—.

—No traje dinero o riquezas oh humilde mirador, traje algo mucho mejor—.

—¿Que ha de ser eso?—.

—Algo mucho mas valioso que el dinero, los lujos y todo lo material—.

Ya dicho esto señalo hacia el barco y de este se desmontaban tres mujeres, una un poco mayor, dos jóvenes, pero, Estas eran su esposa e hijas, el mirador rápidamente comenzó a llorar , callo a los pies del príncipe dando las gracias, ya que después de tanto tiempo , 25 años no veía a sus esposa e hijas.

Moraleja: Siempre habrá algo mas importante que el dinero, los lujos y las riquezas; El Amor de una familia.  

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